En medio de escandalos en la Universidad de Puerto Rico por traqueteos en el marco presupuestario y financieros de la institucion, es urgente que el presidente de la UPR, Uroyoán R. Walker, detenga de inmediato el desembolso del dinero destinado para la beca presidencial y que someta nuevamente el proceso de selección a un procedimiento abierto y con un tiempo considerado para que toda la comunidad universitaria pueda participar y someter sus solicitudes.
En días recientes salió a relucir en varios medios de comunicación que dos jóvenes vinculados al gobierno actual y al hermano del gobernador, García Padilla, Antonio García Padilla, fueron seleccionados para una beca presidencial por encima de otros solicitantes.
Además, el presidente de la UPR ofreció menos de dos semanas a los rectores de los otros recintos universitarios para que presentaran otros candidatos, contrario a lo que estipula el proceso de selección.
Al abogar por la igualdad de participación dentro de la UPR, el presidente Walker debe detener de inmediato cualquier gestión que se esté realizando sobre la otorgación de la beca presidencial.
Para que exista una verdadera transparencia en la selección de candidatos debe someter nuevamente la convocatoria y ofrecer un tiempo razonable para que todos los rectores de los recintos puedan realizar las gestiones pertinentes para que más estudiantes puedan participar por la otorgación de la beca.
Es altamente sospechoso que dos personas afiliadas al Partido Popular, les pasen por encima de miles de estudiantes. Situaciones como estas, donde se demuestra una falta de transparencia, son las que ponen en duda la credibilidad del sistema universitario y atentan contra los menos afortunados y los estudiantes de escasos recursos económicos que acuden al sistema público de enseñanza en la UPR para poder aspirar a un mejor futuro.
Mientra Urayoan Walker y su esposa gozan de jugosos sueldos, posiblemente en la UPR hay estudiantes pasando hambre para poder estudiar. A esos nadie los premia.