Luego del caos por la Ley Seca en la pasada primaria republicana, es prudente exigirle la renuncia de la presidenta de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE), Liza García Vélez, por sus múltiples errores en torno a la aplicabilidad de la Ley Seca durante tal evento electoral en la isla.
Lo que sucedió esta fin de semana en relación a la aplicación de la Ley Seca durante el proceso de las primarias presidenciales del Partido Republicano en la Isla fue una vergüenza. La presidenta de la CEE demostró su falta de capacidad para dirigir dicha entidad y es hora de que renuncie a su cargo.
A pesar de que García Vélez informó el sábado en la mañana de que la Ley Seca sí aplicaba al proceso y que cualquier incidente de violación se llevará a los tribunales, ella cambió de parecer e indicó el pasado domingo que el reglamento quedó sin efecto aunque el Partido Republicano en la Isla no enmendó su reglamento para eliminar la mencionada ley.
Es sumamente preocupante la capacidad de la actual presidenta para trabajar eventos de gran envergadura como las primarias de los partidos locales pautadas para el primer domingo de junio.
Para muestra un botón basta. El pasado fin de semana esta funcionaria demostró, sin lugar a dudas, que no tiene la capacidad administrativa para trabajar eventos electorales complejos como las primarias y elecciones generales. El sábado pasado se dejó sin efecto, y el domingo volvieron a cambiar de opinión. Con ese va y ven, García Vélez reafirmó su incapacidad. No podemos dejar en las manos de esta persona el proceso electoral puertorriqueño, sería un caos de proporciones históricas.
La presidenta de la CEE envió un comunicado de prensa el sábado indicando que los representantes del Partido Republicano dijeron que no iban a enmendar su reglamento, el cual contiene la denominada Ley Seca, a pesar de que los comisionados electorales de los tres partidos locales (PNP, Partido Popular Democrático y Partido Independentista Puertorriqueño) unánimemente decidieron dejar sin efecto la disposición legal.
Este vaivén es inaceptable. Las primarias de junio peligran mientras Liza García continúe al frente de la Comisión Estatal de Elecciones.