Un estudio académico publicado recientemente en el Journal of Industrial Relations encuentra que el último aumento al salario mínimo trajo un efecto positivo pero moderado sobre el empleo total.
El aumento en el salario mínimo provocó un aumento en el poder adquisitivo de una gran parte de la población en Puerto Rico, creando mayores ventas para muchas empresas, lo que desembocó a su vez en la necesidad de contratar más personal. Para las empresas de salarios altos como las farmacéuticas, el aumento al salario mínimo no tuvo un efecto estadísticamente significativo.