Hace cinco años nació en la Carretera PR-1, en Río Cañas, la tienda Starter Zone, fundada por Pablo Irizarry Flores, joven empresario que entonces tenía experiencia en la venta de automóviles, pero no sabía nada de piezas. Eso sí, tenía la visión de encaminar su negocio hacia la venta de piezas indispensables para el funcionamiento de los automóviles.
“Comencé con 500 starters, 500 alternadores y un librito. Cuando venía un cliente a pedir un starter tenía que ponerme a buscar en el libro cuál era”, nos relata jocosamente Irizarry.
Como no conocía el mercado, Irizarry puso las piezas a un precio bien bajito, lo cual hizo que los mecánicos de la zona los compraran rápidamente. “No perdí dinero pero dejé de ganar”, recuerda.