Para el cirujano Bolívar Arboleda Osorio no existe un mejor estudio para cernimiento de cáncer de seno que la mamografía, ya que ofrece información esencial al médico. “Es el único estudio que puede salvar vidas”, aseguró en entrevista con El Nuevo Periódico.
Diversos estudios científicos han corroborado que las poblaciones que se hacen mamografías en forma rutinaria, las tasas de muerte por cáncer de seno son menores, porque se detectan más temprano, agregó el cirujano que atiende principalmente enfermedades del seno, dentro de las cuales la que más preocupación genera es el cáncer.
Aunque las indicaciones para hacerse la mamografía han ido cambiando, el doctor Arboleda considera que es prudente hacerse la primera mamografía a los cuarenta años y luego anualmente. El cáncer de seno va aumentando en incidencia después de los 40 años y alcanza sus registros más altos entre mujeres que se encuentran entre los 50 y los 60 años. Después de los 70 años el riesgo baja bastante.
Entre las jóvenes son más comunes las enfermedades benignas del seno, las que, en la mayoría de los casos, no es necesaria la cirugía.
“El cáncer es un crecimiento anormal de un grupo de células que de pronto pierden su patrón de crecimiento. De esta forma pueden empezar a crecer desmedidamente y forma una bolita y masita en tu seno, la cual llamamos un ‘tumor’. No todos los tumores son cancerosos. Hay tumores que llamamos benignos, lo que significa que esas células están creciendo de más, pero no pueden causar daño local ni a distancia”, explicó el médico.
“Cuando las células del tumor pierden todo tipo de control y empiezan a invadir el tejido cercano o se riegan a través de la sangre o de los nódulos linfáticos, entonces las clasificamos como tumores cancerosos, en este caso como cáncer del seno”, agregó. “Existen varios tipos de tuores cancerosos en el seno. Cada uno tiene sus características particulares, pero, en general, se diagnostican y se tratan más o menos de la misma forma”.
Aunque para algunas mujeres la mamografía puede ser molestosa, porque es necesario comprimir el seno hasta el punto en que la máquina pueda ver lo que tiene el tejido, es un estudio muy necesario. A partir de su resultado se pueden hacer otros estudios como el MRI, que va dirigido a encontrar algo específico.
Para esas pacientes que sienten molestias, el doctor Arboleda les recomienda tomar algún antiinflamatorio antes del estudio, descansar y ponerse hielo luego.
“Lo primordial en este cáncer es la detección temprana. Es importante que la mujer aprenda a conocer las características de sus senos: su forma usual, su textura, características de su piel y de sus pezones y cómo se palpan sus áreas axilares. De esa manera, cada cual aprenderá a reconocer lo que es normal para ella, pues no todas las mujeres tienen las mismas características en sus senos”, resaltó el cirujano.
Las probabilidades de salir bien son mayores, mientras más pequeño es detectado el tumor. Los tumores se clasifican en estadios, del uno al cuatro. Cuando se detectan en el estadio uno, la supervivencia se encuentra sobre el 96 por ciento; cuando se detecta en un estadio dos, la superviviencia alcanza el 85 por ciento de los casos. Ya cuando el tumor está en una etapa avanzada, en los estadios tres o cuatro, la supervivencia desciende a alrededor del 50 por ciento.
“No podemos hablar de cura, pero yo tengo pacientes operadas hace más de veinte años, están lo más bien y les damos seguimiento”, dijo el Dr. Arboleda.
Igualmente, prevenir el cáncer de seno es muy difícil porque puede darle a cualquier persona. No obstante, en poblaciones que siguen estilos de vida saludables, que no fuman, se alimentan saludablemente y tienen una vida activa, el cáncer de seno y otros tipos de cáncer son menos frecuentes.
Entre los veinte y los treinta años de edad “es importante que la mujer se haga un examen clínico de los senos, por su ginecólogo o por un médico cirujano dedicado a las condiciones de la mama. Luego, debes continuar con este seguimiento cada tres años hasta cumplir los cuarenta. De ahí en adelante debes hacerte tu examen clínico anualmente”, recomendó Arboleda, quien tiene oficina en Plaza HIMA, en Caguas.
“Otro aspecto importante que debe saber la mujer es su historial familiar. A veces no conocemos las condiciones de nuestros familiares, o si somos nosotros los afectados no le decimos a nuestra familia cercana. En el cáncer de seno y algunos otros tumores el tener algún familiar afectado puede aumentar tu riesgo de desarrollar cáncer también”, explicó.
Alrededor de uno por ciento de los casos de cáncer de seno ocurren en hombres. “Los varones se pueden notar una bolita, un pequeño nódulo o una molestia en la tetilla. Cuando esto ocurre, el tratamiento de cáncer de seno en el hombre es similar al tratamiento de la mujer.
El Dr. Arboleda es médico hace 32 años y cirujano desde hace 28 años. Nos relata que su primer interés fue estudiar para internista, pero durante sus estudios de medicina comprendió que hay muchas enfermedades a las que no podemos llegar temprano, como el cáncer de páncreas, o que no son fáciles de examinar.
Por el contrario, el cáncer de seno nos permite encontrarlo temprano y cuando se hace de esa forma representa una diferencia grande. El cáncer de seno es el más común entre las mujeres y, en Puerto Rico, es el más mortal. De ahí que Arboleda decidiera dedicarse, como cirujano, a la atención principalmente de las enfermedades del seno.
Arboleda pertenece a la American Society of Breast Disease y es fundador y presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Senología, además de director del Hima-San Pablo Breast Institute.
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