EL CÓMO, ES LA PREGUNTA
Los candidatos a la gobernación han venido haciendo propuestas, en las cuales abundan las generalidades. Es decir, la “quincalla” es la orden del día cuando se le pregunta a un candidato a gobernador sobre qué alternativa se tiene sobre algún problema particular que afecta al país.
Esta tendencia, de decir generalidades, la vemos bien marcada en los candidatos rojos y azules cuyos partidos son responsables de la debacle que vivimos y sufrimos todos. Un ejemplo de lo anterior lo vemos en varios temas en el debate de la campaña electoral, particularmente en el tema de la cesantía o no de empleados públicos vis a vis PROMESA (entiéndase la Junta de Control Fiscal).
En este tema hemos visto como, tanto David Bernier como Ricardo Rosselló han dicho que enfrentarían a la Junta de Control Fiscal cuando los intereses del pueblo de Puerto Rico se vean amenazados por directrices de esta junta.
Lo que no se escucha es cómo actuarían frente a este hipotético escenario, el cual la mera mención del tema por los candidatos nos dice que resulta ser algo previsible.
Para dramatizar aún más esta premisa, veamos dos ejemplos donde políticos del patio enfrentaron escenarios de choque de intereses y se abanderizaron del lado del pueblo de Puerto Rico. Lo que no escuchamos de los candidatos Bernier y Rossello.
En la jornada de sacar la marina de guerra de Vieques fue vital la estrategia de la desobediencia civil. En una vista pública del Senado Federal el senador James Inhofe acusó al gobernador Pedro Rosselló de no cumplir la ley al no arrestar a los desobedientes civiles en el campo de tiro.
Este senador republicano retó al gobernador Rosselló sobre este tema y la respuesta de Pedro Rosselló con su “Dont Push it” fue altamente conocida y aplaudida por el pueblo de Puerto Rico, mas allá de banderías políticas. Como se recordará Pedro Rosselló se negó hacerle el trabajo sucio a los sectores que favorecían el cuerpo castrense.
De igual forma la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín, ha dicho que a la hora de defender al pueblo de Puerto Rico frente a PROMESA sus acciones estarían del lado del pueblo. Para sostener esta premisa la alcaldesa se hizo parte de una demanda para reclamar el derecho de unos fondos del Municipio de San Juan depositados en el BGF los cuales son reclamados por los acreedores del Gobierno de Puerto Rico frente al impago a los bonistas.
Esos ejemplos de determinación son los que no vemos en David Bernier y tampoco en Ricardo Rosselló. Ambos alegan que defenderían los empleos públicos, pero no dicen como lo harían cuando la Junta de Control Fiscal ordene los recortes el presupuestarios que se anticipan como parte de la misión de PROMESA para pagar la deuda pública que ahoga al país.
Dicho de otra forma, cuando la Junta de Control Fiscal ordene las prioridades presupuestarias y en esa tarea se reduzca la nómina gubernamental lo que se traduzca en despidos masivos; ni Bernier ni Rosselló han dicho qué acción tomarían frente a ese escenario previsible. Es decir, no han dicho que se negaran a firmar las cartas de despido o si impugnaría en la calle con el pueblo los dictámenes de una Junta de Control Fiscal.
¿Qué harían y cómo lo harían Bernier y Rosselló cuando lo que hoy es algo hipotético, pero es razonable que sea discutido en el tema de los despidos o no de empleados en el sector público? Esa es la pregunta.