La segunda sesión ordinaria del cuatrienio que inició esta semana en la Asamblea Legislativa debe tener una agenda de medidas para atajar la crisis fiscal. Las delegaciones del Partido Popular Democrático (PPD) en la Cámara de Representantes y el Senado han sido enfáticas en que apoyarán todo proyecto dirigido a mejorar la situación actual de Puerto Rico, e incluso han tomado la iniciativa presentado medidas y propuestas que pueden ser acogidas por el gobierno para atender la situación que vivimos. Partiendo del interés genuino que tenemos en el bienestar del pueblo puertorriqueño, reitero mi llamado a la mayoría del Partido Nuevo Progresista (PNP) para que en su agenda legislativa establezca como prioridad la situación de nuestros trabajadores ante la propuesta para una reducción de jornada laboral y la situación que atraviesan actualmente los municipios ante la dramática reducción de fondos. Nuestras delegaciones populares han presentado un sinnúmero de medidas para evitar que se afecten los servicios esenciales al pueblo y para atenuar el impacto de las medidas fiscales aprobadas por esta administración. Por ejemplo, varios legisladores de nuestra colectividad han presentado medidas para permitir que los municipios tengan acceso a la reestructuración de sus deudas. Esto, porque la situación fiscal que enfrentan los municipios ha provocado que varios alcaldes hayan implementado diversas iniciativas para el cobro de los servicios por el recogido de desperdicios sólidos, agravando el bolsillo de los puertorriqueños y afectando los servicios que le ofrecen al pueblo. Por otro lado, el liderato popular ha sido consistente en su defensa hacia los empleados públicos. Hemos sido enfáticos en nuestra solicitud al gobernador Ricardo Rosselló que las acciones de esta administración no pueden ir en contra del bienestar de los trabajadores. En ese sentido, hemos presentado medidas para evitar esta situación y para atender otros asuntos de prioridad. Hago un llamado a todos los legisladores para que nos unamos y trabajemos en un solo proyecto de país. Ahora más que nunca, debemos atender con seriedad y responsabilidad las situaciones que no han permitido que nuestra isla se haya detenido en su desarrollo a nivel económico y social. Empecemos a trabajar en alternativas para allegar nuevos recursos a los municipios, para proteger a los trabajadores, para no afectar a la clase media y para evitar el colapso de nuestro Puerto Rico.